- José Viera y Clavijo
- José Viera y Clavijo (Realejo de Arriba (actual Los Realejos), Tenerife, 1731 - Las Palmas de Gran Canaria, 21 de febrero de 1813), escritor, botánico e historiador español, uno de los máximos representantes de la ilustración canaria. Estudió con los dominicos en el Convento de Santo Domingo de Guzmán de La Orotava, destacando en la filosofía escolástica que luego rechazaría. Su afición a la literatura fue temprana y ya componía versos de niño. La lectura de los discursos de Benito Jerónimo Feijoo le hizo un gran efecto y le inclinó al racionalismo de la Ilustración. En 1750 recibe las órdenes menores en La Laguna y poco más tarde las mayores en Las Palmas de Gran Canaria. Chocó con el Santo Oficio como pensador rebelde a la tradición y a los argumentos de autoridad. En 1756 se traslada con su familia a la ciudad de La Laguna para ejercer como párroco (1757-1770) en la iglesia de los Remedios. Es acogido muy bien en la alta sociedad tinerfeña, especialmente por don Tomás de Nava Grimón, marqués de Villanueva del Prado, en cuya casa montó una tertulia con Cristóbal del Hoyo Solórzano, Fernando y Lope de la Guerra y Juan Antonio de Urtusáustegui. De estas tertulias salieron los 50 números de una especie de gaceta confidencial titulada Papel hebdomadario, que no ha subsistido y que algunos consideran el primer periódico de Canarias. El acceso a la excepcional biblioteca del marqués le permitió leer a los grandes clásicos franceses y a los filósofos y moralistas como el marqués d'Argens, Fontenelle, Voltaire, Montesquieu y Jean-Jacques Rousseau. En 1763 comienza a escribir su Historia de Canarias. Se trasladó a Madrid en 1770 como preceptor del joven marqués del Viso, hijo único de don José Joaquín de Silva Bazán Meneses y Sarmiento, marqués de Santa Cruz de Mudela. En casa de este culto e ilustrado aristócrata, director de la Real Academia Española, recibió un trato afectuoso, de forma que realizó algunos viajes acompañando a los marqueses, por ejemplo a sus posesiones manchegas, experiencia que relató en su diario Viaje a la Mancha en 1774, que revela unas finas dotes de observación, un gran sentido del humor y, también, una gran hostilidad hacia las órdenes regulares, no en vano acababan de ser expulsados los jesuitas. En 1772 había ya publicado el primer tomo de la Historia de Canarias, obra muy documentada y que consideró la mejor entre las suyas, y el segundo un año más tarde; se cree que el marqués habría sufragado los gastos de impresión. En 1777 pasó a socio supernumerario de la Academia de Historia, a propuesta de su director Campomanes. Fue colega de Melchor Gaspar de Jovellanos como censor y como académico, padrino de Juan Meléndez Valdés y amigo entrañable del ilustre botánico Cavanilles, con quien sostuvo una correspondencia que se ha conservado y editado.
Enciclopedia Universal. 2012.